USAR LAS MANOS PARA EDUCAR A NUESTROS PERROS

Para atraer al perro a determinadas posiciones, nos interesa que siga un blanco. Siempre hemos usado pelotas, juguetes, huesos... que atraigan la atención de nuestro animal. Desde mi punto de vista, el atrayente ideal son nuestras propias manos, ya que siempre las llevamos puestas y es el lugar de donde se obtienen las recompensas: premios de comida, caricias, juego...
En general, recomendamos usar el puño cerrado, con una golosina dentro en las primeras ocasiones, para crear el hábito de seguirlo atentamente. Una vez que le hallamos premiado unas cuantas veces, se concentrará al mostrarle en puño cerrado, y podremos empezar a enseñarle distintas posiciones del puño, para indicarle órdenes. Por ejemplo, si hacemos un arco con el puño que parta de la trufa de animal y que vaya hasta encima de la cabeza, se sentará. Si nos lo llevamos a nuestra frente, estableceremos contacto visual con atención. Si golpeamos con el puño el lateral de nuestro muslo izquierdo, deberá ponerse junto.
El sistema es siempre el mismo: cuando consigamos que ejecute la orden le premiamos, siempre las primeras veces y mejor con comida, e intermitentemente más adelante, hasta que esté condicionado y lo haga directamente.
Insistimos en que siempre se trata de dar un entrenamiento en positivo, nunca se ha de castigar en este tipo de prácticas.