martes, 29 de mayo de 2012

Quistes prostáticos, sorprenden por su tamaño

Hoy nuestro amigo Otto ha pasado por quirófano para solucionar el problema que le provocaba un enorme quiste prostático, lleno de líquido aséptico, que tenía desplazadas a las vísceras abdominales de su lugar.
Como manda la técnica quirúrgica de elección, lo hemos vaciado llenando un depósito entero de nuestro aspirador quirúrgico (1,5 litros de capacidad). Posteriormente hemos quitado las tabicaciones y lo hemos omentizado (lo unimos a una estructura abdominal llamada omento).
No es una cirugía simple, pero además, lo hemos castrado, teniendo uno de sus testículos ectópicos, y le hemos resanado las encías, para dejar al descubierto los dientes que le cubría una hiperplasia gingival.
Nuestro amigo Otto, boxer, blanco, de cierta edad... ¡No ha podido ser más campeón!  Se ha portado estupendamente en el diagnóstico y en la cirugía. Ha asimilado perfectamente la anestesia, ha tenido un muy buen despertar, y estamos seguros que la convalescencia va a ser un visto y visto.
Otto, esperamos que mañana cuando vengas a revisión estés como siempre, y disfrutaremos viendo como saludas a todos los presentes con tus movimientos de rabito y lanzando los más o menos certeros lametones para quien se ponga a tu alcance.