viernes, 16 de mayo de 2014

PSEUDOGESTACIÓN EN PERRAS

El mal llamado embarazo psicológico es un proceso por el que frecuentemente pasan nuestras hembras caninas, que consiste en el mantenimiento de unos niveles hormonales similares a los de la gestación, produciéndose así situaciones como cambios de comportamiento o lactaciones.
La desencadenante de estos síntomas, es una hormona que se segrega en la hipófisis (no en los ovarios), llamada prolactina que aumenta en condiciones normales cuando baja la progesterona (como en el momento en que se desencadena el parto, o a los 70 días de empezar el celo si la hembra no queda cubierta).
En esta alteración, el animal muestras síntomas de malestar, de hiperapego a su cama, adopta objetos inertes como si fueran cachorros y llegan a producir leche.
Uno de las consecuencias negativas que puede tener es que esa leche, que no es succionada por ninguna camada, haga de medio de cultivo para bacterias que acaben causando una infección mamaria o mastitis, por eso aconsejamos tratar medicamente a todas las perras afectadas.
Pero si nos preguntamos por qué ocurre tan frecuentemente, tenemos que remontarnos al origen del perro: el lobo.
Todos sabemos que los ancestros del perro cazan en grupo, por lo que viven en manadas. Estas organizaciones están muy jerarquizadas en todas las facetas de la convivencia, incluida la reproducción. Así los mejores machos cubren a las mejores hembras, por lo que se busca la mejora genética natural de los próximos individuos. Pero ¿qué pasaría si una de esas madres de alto valor falleciera o tuviera problemas para sacar adelante a su prole? ¿No vendría bien tener hembras no tan aptas para cruzarse pero si que fueran capaces de lactar? Ahí tenemos la respuesta de la ventaja que aporta esta "anomalía" a una especie y que la evolución ha mantenido hasta nuestros animales de compañía.

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